Un avalista es alguien que se compromete a pagar la deuda de otra persona si ésta no puede hacerlo. El avalista asume el riesgo de pagar la deuda si el deudor fallece, pero también puede beneficiarse si el deudor paga la deuda a tiempo.
Cuando se firma un contrato de aval, el avalista se convierte en un acreedor de la persona que está solicitando el préstamo. Si el deudor fallece, el avalista será responsable de pagar la deuda. Si el deudor no puede pagar la deuda, el avalista también será responsable de pagar los intereses y las penalidades que se establezcan en el contrato.
El avalista también puede ser responsable de pagar la deuda si el deudor se declara en quiebra. Si el deudor fallece o se declara en quiebra, el avalista puede ser responsable de pagar la deuda en su totalidad.
Por lo tanto, es importante que el avalista comprenda el riesgo que assume al firmar un contrato de aval. Antes de firmar un contrato de aval, el avalista debe asegurarse de que puede pagar la deuda si el deudor fallece o se declara en quiebra.
¿Cuáles son las obligaciones que no se extinguen con la muerte?
Las obligaciones que no se extinguen con la muerte son las siguientes:
1. La obligación de pagar impuestos.
2. La obligación de restituir bienes recibidos ilícitamente.
3. La obligación de indemnizar a las víctimas de delitos.
4. La obligación de pagar deudas.
5. La obligación de cumplir los compromisos contraídos.
¿Qué pasa con los préstamos de un fallecido?
¿Qué pasa con los préstamos de un fallecido?
¿Qué pasa si soy garante y el deudor muere?
¿Qué pasa si soy garante y el deudor muere?
El avalista que paga tiene derecho a ser reembolsado por el importe pagado, más los intereses y los gastos legales.
El avalista que paga tiene derecho a ser reembolsado por el importe pagado, más los intereses y los gastos legales.
El riesgo de ser avalista: ¿qué pasa si el deudor fallece?
Cuando una persona fallece, sus deudas no mueren con ella. En cambio, sus deudas pasan a ser responsabilidad de sus herederos. Si usted es el avalista de una deuda de la persona fallecida, es posible que tenga que hacer frente a las consecuencias financieras.